miércoles, 30 de marzo de 2016

Fast Food, su anticristo y mi lucha contra cadenas.

El asunto es que a esto se le llama "comida rápida" porque te lleva rápido a la tumba.
La historia nos cuenta que los romanos en la época que gastaban chola, vendían panes con cosas dentro, puede decirse que eran unos fast food. Más moderno puede nombrarse  el sandwich que nace a finales del 1700 y el Fish and Chips inglés, consiste en pescado frito con patatas fritas acompañado de alguna salsa.
La fritura de pescado en Inglaterra llegó de los judíos españoles y portugueses. A finales del XVII y en el XVIII ya era popular.
Charles Dickens menciona un establecimiento de este tipo en su novela Oliver Twist (1838).
En 1912 se abre el primer automat en Nueva York, un local que ofrecía comida detrás de una ventana de vidrio y una ranura para pagar con monedas.
En los años 40 empiezan a nacer por Estados Unidos las distintas cadenas que ya conocemos hoy en día.
La comida rápida se hace a menudo con ingredientes de calidad cuestionable y que para alcanzar un cierto sabor o consistencia y preservar la frescura, requieren un alto grado de ingeniería del alimento (añadidos y técnicas de proceso que acaban alterándolo substancialmente respecto a su forma original y, reduciendo su valor alimenticio), de ahí que sea calificada como comida basura o comida chatarra.

Alimentos como hamburguesas, hot-dogs (perritos calientes o panchos), batidos, papas fritas, aros de cebolla fritos, pollo frito, pizzas y demás snacks forman parte de la alimentación diaria de una inmensa mayoría de personas, que sin darse cuenta están llevando a cabo una dieta poco variada y desequilibrada, con muchas desventajas y peligros para la salud y el bienestar en general.  Ya no solo hablamos de la ganancia de peso por sobrealimentación (exceso calórico), sino de la aparición de deficiencias de numerosos nutrientes, aparición de enfermedades asociadas, y que ponen en riesgo la salud del individuo (colesterol, hipertensión, cáncer, estreñimiento, caries…) y otros efectos de los que, en la mayoría de los casos no somos conscientes.
Cambios bioquímicos a nivel cerebral, como los que generan las drogas. Esto se produce por la elevada cantidad de azucares y grasas, lo que genera como consecuencia, adicción y enganche a este tipo de comidas.
Los menús de las cadenas de comida rápida suelen ser muy calóricos y por norma general van acompañados de bebidas con alto contenido de azúcares y exceso de grasas.
comida lenta?
Elena Sanz
comida-colesterolAlimentarse en el sentido de Slow Food significa comer con atención, en especial valorando la calidad y, con ello, teniendo en cuenta la procedencia de las materias primas y el modo de cocinarlas. 
Nace Slow Food, el anticristo de los fast food.
Slow Food surgió en Italia, cuando en 1986 se inauguró una filial de la cadena de comida McDonald's junto a la gran escalinata de la Plaza España de Roma. Algunos periodistas de los diarios locales organizaron una manifestación celebrando un largo festín para protestar contra la comida rápida e industrial. Como réplica a la tendencia fast food (comida rápida), decidieron que era necesario promover la lentitud en la comida, los productos naturales, las recetas locales, y el deleite en el sentido del gusto, sin prisas. Uno de sus objetivos es salvaguardar el patrimonio alimentario de la humanidad. El movimiento se ha ido ampliando, y hoy está presente en más de 130 países.
Ya cada uno de ustedes elije, pero no mola suicidarse a pocos.

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