lunes, 19 de noviembre de 2018

Estrellas michelín, veo todo en blanco y negro.

Hace unos años el gran Denzel Washington interpretó Déjá vu, no se si la recuerdan, llegadas estas fechas a mi me sucede lo mismo, en el mes de los nacidos bajo el signo de Scorpion vuelven las Estrellas Michelín, les diré que pasan los años y me sigue dando cosa que unos tipos que alquilaban coches y fabrican neumáticos sean los que premian lo que ellos consideran " mejores cocineros", de ahí el acordarme de esa gran peli de Denzel, seguramente será más de lo mismo ya que esto se ha vuelto más merchandincing que otra cosa.
Mientras escribía este tramo me vino a la cabeza una canción de Barricada, que decía algo así " Veo todo en blanco y negro
el vaso acaba siendo amigo mudo
las mismas caras, los mismo gestos
amigo mudo...Quiero ser más rápido que ellos
echar todo a perder un día tras otro
y un buen rato después saber llegar a casa
antes de que el sol me diga que es de día", ¿Recuerdan?.
Pues esta parafernalia que siempre vuelve como las navidades, puede que en parte sea culpa de los de la hermandad de cocineros, ya que permiten este juego de malabares creado para enriquecer a unos y atontar a otros, igual por ello muchos renuncian a estas historias para no dormir, ya muchos de los cocineros franceses no sólo renuncian sino que boicotean este evento que cada vez más se parece a la entrega de los Oscar, si no, al tiempo, ya verán a determinados cocineros llegando en limusinas y pasando por la alfombra roja. ¡Que triste!.
Otro de los pensamientos que me vienen es el de crear la Guía de recauchutados, lo mismo no se premia al mejor cocinero pero seguro que nos hechamos unas risas.
¡Ayyy! nostalgia de aquella época donde se cocinaba por los clientes, donde los cocineros siempre estaban en su cueva manteniendo el anonimato, por suerte esa época donde se creó el oficio ya pasó, la historia nos cuenta que los primeros de esta larga estirpe se escondían en los monasterios para no ser ajusticiados y ahora pongas la cadena que pongas ahí tienen a unos tipos con la filipina inmaculada dando ejemplo de grandeza.
Lo dicho un Déjá vu, termino despidiendome con la siguiente estrofa "Casi nunca sé dónde estoy
no me importa los días ni la dirección
te preguntarás que coño hago aquí
dispuesto a buscar pelea si hace falta.
Porque sé que es un baile salvaje
combate a mala cara
veo todo en blanco y negro, blanco y negro."
Que la diosa de los fogones les acompañe.