miércoles, 3 de junio de 2015

Piña tropical/Ananas, historia,propiedades y recetas.

Es una fruta dulce, sabrosa y jugosa, fácil de comer, la encontraron los colonizadores españoles y portugueses. Los indígenas la llamaron Ananas que significa fruta excelente, los portugueses continúan manteniendo este nombre originario.Es una fruta tropical originaria de América del Sur. No se sabe con certeza el país donde se dio origen, pero los estudios señalan a Brasil, Paraguay y Argentina.Con su forma y corona distintiva la piña es una fruta muy disfrutada en la gastronomía latinocaribeña y ha sido el producto procedente de América Latina que más éxito y aceptación ha tenido en Europa.Aunque la planta es resistente a las sequías, es bien importante proveerle de una buena irrigación para lograr producir buenos frutos.La piña es uno de los productos que más impresionaron a los conquistadores conforme fueron conociendo toda la producción de la región. Hay escritos en los que probablemente en alusión a su corona de hojas se le denomina la reina de las frutas. Su nombre proviene del parecido que tiene con un cono de pino. En los países Latino Americanosse llama piña o Ananás, y es el principal ingrediente de la famosa bebida  Piña Colada.Los primeros intentos de los europeos para cultivar la fruta fallaron hasta que se dieron cuenta de que la fruta necesita un clima tropical para florecer. A finales del siglo XVI, los exploradores portugueses y españoles introdujeron las piñas en sus colonias de Asia, África y el Pacífico Sur.
 Fue introducida en la Península Ibérica en el siglo XVI, de la mano de los conquistadores españoles del Nuevo Mundo. Durante este período también pasaría a formar parte de los cultivos localizados en Hawai, Costa de Marfil y otros puntos del continente africano, procediendo en la actualidad de estos puntos la mitad de piña que se consume en Europa. En el siglo XVIII, desde las islas Hawai se exportó una forma original de conservar esta fruta, el almíbar. Curiosamente, a pesar de que fue descubierta por el capitán Cook, a John Kidwell se la acredita  la introducción de la industria de la piña en Hawái.
Pueden identificarse unas 1400 especies de la fruta, pertenece a la familia de las Bromeliáceas,especies de plantas, casi todas herbáceas, de hoja perenne y con flores muy llamativas. Destaca su aporte de hidratos de carbono y de bromelina, una enzima que ayuda a la digestión de las proteínas. A pesar de su sabor dulce, su valor calórico es moderado. Respecto a otros nutrientes, destaca su contenido de potasio, yodo y vitamina C. El potasio, es un mineral necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular normal, interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula. El yodo es indispensable para el buen funcionamiento de la glándula tiroidea, que regula el metabolismo. La vitamina C colabora en la formación de colágeno, huesos y dientes, glóbulos rojos y favorece la absorción del hierro de los alimentos y la resistencia a las infecciones. Dicha vitamina posee además acción antioxidante, Su aporte de fibra mejora el tránsito intestinal y beneficia a múltiples alteraciones y enfermedades.Tiene forma ovalada y gruesa, mide unos 30 centímetros (cm) y tiene un diámetro de 15 cm. Su peso ronda los 2 Kg. El color de su pulpa es de color amarillo o blanco y se encuentra rodeada de brácteas, formando la piel del fruto. En el extremo superior las brácteas se transforman en una corona de hojas verdes. Su pulpa es muy aromática y de sabor dulce. Las piñas pequeñas suelen tener un sabor más delicado que las grandes.
 Las piñas están maduras en el momento en el que las puntas de las brácteas cambian del color verde al anaranjado, a pesar de que el color del fruto sea verde.Si el extremo del tallo está mohoso o manchado, las hojas marchitas o la fruta golpeada, mejor no comprarla. Su olor debe ser dulce en la base y la cáscara del fruto no debe hundirse bajo la presión del dedo, es una fruta muy frágil y sensible a los cambios bruscos de temperatura.Su utilidad culinaria varía de país en país, y aun puede varia de acuerdo a la región. Además de que su vinagre es de alta calidad, es una de las pocas frutas que puede ser introducida en cualquier platillo antes o después de la cocción.
 Casa muy bien con algunos sabores salados y una de las cocinas que más utiliza esta fruta es la china, internacionalmente conocida. El cerdo, el pollo, el pavo o el pato, por ejemplo, de fuerte sabor, congenian perfectamente con la piña. La piña consumida al natural, sola o en macedonia, es ideal como postre, para favorecer la digestión, y también como aperitivo para preparar al estómago. Si es fresca, posee en su interior un pequeño tronco fibroso y duro que conviene retirar para su consumo. Si se quiere que esta fruta resulte más dulce conviene dejarla toda la noche boca abajo, ya que de esta forma el azúcar acumulado en la parte inferior se difundirá al resto del fruto.
El zumo se elabora pasando los trozos de pulpa por una batidora o trituradora. Se recomienda tomarlo enseguida, con el fin de limitar la pérdida nutritiva, pero ha de tomarse a pequeños sorbos, ensalivándolo bien, para evitar que provoque acidez de estómago. La piña es un buen tentempié o snack para los viajeros frecuentes y quienes permanecen mucho tiempo sentados.
 CARRILLERAS.
Salpimienta las carrilleras y dóralas en la olla rápida con un chorro de aceite de oliva. Retíralas a un plato.
Pica finamente la cebolla, la zanahoria y el puerro y pocha todo en la misma olla durante 10 minutos aproximadamente. Introduce las carrillerasy los ajos pelados. Agrega unas ramitas de tomillo, la hoja de laurel y unas hojitas de romero. Vierte un chorro de vino fino. Cubre con agua y añade sal y unas bolas de pimienta. Tapa la olla y cocina durante 20-25 minutos a partir de que empiece a salir el vapor.
Retira la hoja de laurel y las carrilleras y tritura la salsa. Introduce de nuevo las carrilleras y dale un hervor.
PIÑA CON YOGURT.
 1 Kg de piña limpia
900 g de azúcar
1 vaina de vainilla
100 g de ron habana
30 g de zumo de limón
2 yogures naturales
Pelar y quitar el centro de la piña.
Cortar en láminas muy finas y poner dentro de un cazo con el azúcar, la vainilla y el zumo de limón.
A fuego muy lento, y moviendo muy delicadamente con una cuchara de madera, dejar reducir poco a poco y sin dejar que se deshaga la piña (unos 20 minutos).
Agregar el ron y dejar cocinar 10 minutos más.
Cuando cojamos un poco de jugo y pongamos sobre un plato frío y solidifique rápidamente, ya estará.
Colocar en botes y reservar en el refrigerador.
Colocaremos 80 g de la confitura en el fondo de un vaso de sidra bajo y encima los yogures naturales batidos.
Decoraremos con una hoja de menta y una vaina de vainilla.
POLLO.
 Limpiamos los muslos de pollo, salpimentamos, enharinamos y doramos en una cazuela con aceite.
Una vez dorados los muslos de pollo bajamos el fuego y añadimos las zanahorias peladas y picadas en dados, el pimiento verde cortado en tiras y los dientes de ajo pelados y picados.
Añadimos un vaso de Txakolí y 1/2 de agua, tapamos la cazuela y dejamos cocinar a fuego lento durante 45 minutos, moviendo la cazuela de vez en cuando.
Cuando estén cocinados los muslos de pollo, los sacamos de la cazuela y reservamos.
Retiramos también los trozos de zanahoria y pimiento verde que posteriormente nos servirán de decoración y guarnición de la receta.
Dejamos reducir la salsa resultante hasta que tengan una textura casi cremosa y ponemos a punto de sal.
Salteamos en una sartén con un poco de aceite de oliva y sal las rodajas de piña natural.
Ponemos una rodaja de piña en el plato y sobre ella los muslos de pollo con la salsa.
HELADO.
 Comenzamos abriendo la piña por la mitad, pelándola y cortando su carne en trozos pequeños. Tenemos que utilizar una piña fresca, ya que las que venden en latas de conserva no son idóneas para hacer helados ya que en general, tienen más agua.
En una batidora ponemos los trozos de piña y los cubrimos con el contenido de la lata de leche de coco, triturando el conjunto durante unos cinco minutos para conseguir un puré homogéneo en el que no queden tropezones.
Volcamos el contenido en un tupper amplio y lo metemos al congelador, donde lo dejaremos al menos tres horas, teniendo en cuenta que iremos removiendo cada 15 minutos con un tenedor o con unas varillas, para evitar que se formen cristales de hielo.
Si tenéis máquina heladora, es tan sencillo como verter el líquido en la cubeta y poner la máquina en marcha hasta que esté formado el helado bien cremoso, momento en que ya lo podréis guardar en el congelador.

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