miércoles, 25 de mayo de 2016

Un día por Canarias, el paraíso terrenal.

 En nada se nos echa encima el veranito encima y toca desconectar, hay que resetear la sesera, se paraliza la amenaza de monumental atasco mental y es bien que debería declararse patrimonio de la humanidad. Así que no lo piensen dos veces, preparen el petate, pillen billete y a Canarias a pasarlo bien, sol garantizado y sobre todo buen comer, les prometo que no solo hay papas arrugadas con mojos, no estoy cruzando los dedos, pero si pensando que platos poner y estoy salivando, por lo tanto empezaré por otras cosas y luego los platos, si no dejo esto a medias y me voy a comer.
 El paraíso canario nunca se muestra tan bello y esplendoroso como en primavera-verano, haganme caso, playas, montañas, cultura, hasta museos, bares con terraza cerveza fría y camarones, restaurantes con buen vino y platos de cualquier nacionalidad, otros con platos típicos y en Tenerife los clásicos guachinches, igual después de esta se nacionalizan canarios, cada isla tiene su encanto, seguro disfrutarán elijan la que elijan, mi sentimiento les diría La Palma, ya que nací allí, por adopción les diría Tenerife, por amigos Gran Canaria, por tranquilidad todas pero en especial La Gomera y sobre todo El Hierro, que dicho sea de paso es un encanto de isla. Si les mola la aventura Lanzarote  y Fuerteventura, en fin, muchas posibilidades según lo que busquen. Volvamos a lo nuestro, la gastronomía.
Estando cerca el verano no les diré lo del potaje de berros, o el de trigo, o el puchero, aunque si algo tienen en común las madres canarias es que te lo meten así estés a 40°, es algo inevitable.
Lo que si les iré recomendando es el conejo en salmorejo, las papas con costilla y piña, el atún embarrado, las morenas fritas y como olvidarme los chicharros en mojo. Lo dicho, si lo que necesitan es un subidón de adrenalina y un chute de buen rollo, Canarias es el lugar ideal.
Pueden seguir de ruta, si quieren la de la tapa también, que estamos en fechas, pero yo me refiero a la de restaurantes, elijan el punto cardinal, no importa, seguro encuentran algún garito donde comer de maravilla, tollos, ropa vieja, salpicón, hasta ¡ una de calamares!, pescado encebollado o un pedazo sancocho. Si es fácil, no llaman a esta tierra desde época de navegantes a vela, donde los piratas gritaban eso de ¡Al abordaje!, las islas afortunadas por nada.
No faltan postres golosos e irrenunciables para caer en la tentación del auténtico pecador de la pradera, al Príncipe Alberto  o el Bienmesabe me remito, pero hay muchos y muchos más, recuerden que en estas islas son golosos.
¡Que suerte vivir aquí!, creo que Adán y Eva se confundieron de paraíso, esto lo es, no olviden que no pueden dejar de visitar Canarias, solo después de hacerlo podrán escribir sus memorias y decir eso de "puedo morir tranquilo" ya ví, el paraíso.

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