lunes, 22 de agosto de 2016

Guachinches o restaurantes camuflados.



En la web del ayuntamiento de la Orotava (Tenerife), exponen los requisitos para considerarse guachinche, más o menos son asi. Entre los principales requisitos a cumplir está que el vino que se venda tiene que proceder de finca propia o arrendada, debiendo figurar la bodega inscrita en el Registro de Industrias Agrarias y en el registro de envasadores de vino. También acreditar la procedencia del vino mediante las declaraciones de cosecha y de producción. Y todas las personas que presten servicio en el guachinche deben tener el carné de manipulación de alimentos.

El establecimiento se puede abrir por cuatro meses, cerrando en el momento en que se agote el caldo de cosecha propia. La oferta de bebidas se limitará al vino de cosecha propia y agua. Se podrán ofrecer y servir hasta tres platos diferentes de elaboración culinaria, así como conservas, frutos secos y fruta cultivados en la finca o en la zona.

El local tendrá que contar con iluminación y ventilación suficiente, además de tener al menos un aseo provisto de lavabo e inodoro y accesorios como dosificador de jabón, toallas de un solo uso y dispensador de papel higiénico. El aseo deberá estar en perfecto estado de funcionamiento y limpieza. El listado de los precios ubicado un lugar visible. Y será obligado exhibir en el exterior, junto a la entrada principal, la placa distintiva de que es un guanchiche: V (venta de vinos).
Yo soy un firme defensor del guachinche, gracias a ellos está la perra de vino, pero no lo soy de esos "restaurantes" camuflados, el motivo sencillo, el visitante a estas tierras te dice que se siente estafado, que le dijeron de visitar los famosos guachinches, vino y un par de platos, que fue y le dieron una carta y pagó sobre 18€ el cubierto, algo no acorde a lo que le habían contado.
A los que no lo han entendido se lo explico, si hacemos esto cansamos al turismo y creo que estas islas viven de eso, aburriríamos a los restaurantes ya que todo el año pagando y resulta que es más rentable camuflarse y lo más importante se pierde la identidad de lo que es realmente un guachinche, que a fin de cuentas es lo que mola.
La tradición dice que la temporada para los guachinches comienza el 30 de noviembre día de San Andrés, hay muchos  y muy buenos que se extienden desde Tacoronte a La Orotava, a mi me gustan un par de Santa Úrsula,lo normal es pagar sobre 10€ y que te den unos platos divertidos de nuestra cocina tradicional y una cuarta de vino, luego como es lógico se pedirán un par de cuartas más. 
¡Larga vida al Guachinche y viva San Andrés!

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