lunes, 26 de septiembre de 2016

LA CALABAZA y su leyenda.



Aunque su origen es incierto, hay relatos que lo colocan en China, y parece ser que en Babilonia se cultivaron también algunas especies de calabazas comestibles, incluso hay indicios de que los egipcios también cultivaron las suyas a la vera del Nilo. Pero en Perú, Nicaragua, Bolivia, Brasil, etc hay datos de casi 5000 años a.c., se supone los colonizadores la trajeron a España y de ahí al resto, es decir, nada nuevo, rula por el mundo, datos del género desde que el hombre hacía garabatos, interpretaciones aproximadas y orígenes inciertos,como el 90% de las verduras. Lo que no he encontrado en la historia de la calabaza es el motivo principal por el que conocimos la calabaza, por La Cenicienta o por los americanos y su Halloween, sobre esto último sabían que esto de Halloween nace en Gran Bretaña y los irlandeses llevan a Estados Unidos esta costumbre... Numerosos autores antiguos citan a la calabaza en sus escritos y se sabe que su cultivo ya se producía entre los hebreos y egipcios.

Lo real es que miles y miles de platos no podrían hacerse sin nuestra amiga la calabaza, El Locro argentino, La Caldosa cubana, nuestros Potajes, el pastel de calabaza de las pelis americanas, tantos y tantos, como ven la calabaza tiene una leyenda sin igual si no lean la de Jack O´Lantern (que hizo un pacto con el diablo e ahí el nacimiento de tan famosa fiesta), mitología, leyendas de terror inglesas e irlandesas, fiestas para no dormir, las brujas de Salem la calabaza para guardar agua o vino era un símbolo más de los peregrinos del Camino de Santiago y la famosa carroza que dejo Disney, pero a nosotros nos mola el apartado de la cocina, así que vamos allá.
La calabaza pertenece a la familia de las Cucurbitáceas y abarca unas 850 especies de plantas, en su mayoría herbáceas, trepadoras o rastreras, que producen frutos grandes y protegidos por una corteza firme. Algunas frutas como la sandía y el melón, junto con hortalizas tan comunes como el pepino o el calabacín, pertenecen a esta misma familia. El fruto es grande de corteza firme, de diferentes formas y colores, especialmente del verde al anaranjado, con la pulpa también anaranjada. Las flores son grandes y anaranjadas. Existen también otras variedades de calabaza, aunque menos conocidas, como son la Americana, la Amarilla gruesa de París, la Llena de Nápoles, la Roja de Etampes, la Verde Española, la botonera y la calabacita de Brasil.Por sus características y diferentes variedades, la calabaza puede utilizarse tanto para elaborar platos salados como dulces, para preparar sopas, purés, cremas. En repostería se prepara el cabello de ángel con el que se rellenan numerosos pasteles y tartas.Las flores se utilizan también en gastronomía, rellenas de queso, requesón, puré de papa, etc.. y fritas. Las semillas se emplean también para la elaboración de aceite, tostadas y saladas (pipas de calabaza).




SOPA DE CALABAZA A LA NARANJA

500 g de calabaza
50 g de puerro picado
500 g de caldo de ave
100 g de mantequilla
5 g de aceite de oliva virgen
Cáscara y zumo de 1 naranja

Para el caldo de ave,

1’2 l de agua
1 kg de carcasas de ave
350 g de gallina
Media cebolla pequeña
10 g de cebolla
30 g de puerro
1 diente de ajo
1 cucharada sopera de sal gorda
2 granos de pimienta negra


Para el caldo de ave,

Pelar la cebolla y cortar en dos. Poner las dos mitades en la placa o plancha para caramelizarlas, esto dará color al caldo. Reunir todas las carnes en una cazuela y verter el agua.
Introducir las verduras y desespumar.
Dejar cocer durante 2 horas en una ebullición regular. Colar y reservar.

Para la sopa de calabaza,

Trocearemos la calabaza en trozos pequeños al igual que el puerro para después pocharla con el aceite de oliva virgen (12 minutos a fuego muy suave).
Le añadiremos el caldo de ave, la cáscara y zumo de naranja y lo dejaremos cocer unos 10 minutos hasta que la calabaza esté cocida. 3 minutos antes de terminar rescatar la cáscara.Trituraremos y pasaremos por un colador para terminarlo de montar con la mantequillaSazonar con sal y pimienta y servir a una temperatura caliente.
La calabaza realmente tiene mucho juego, lo importante es no hacer pactos con el diablo, no ponerse zapatos de cristal y si recordar el pastel de calabaza de las viejitas, pueden ir en paz.

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