viernes, 10 de marzo de 2017

Los Jefes de sala, imagen del local.

Hace unos días me tomaba un café con uno de los Jefes de cocina de los que tuve la suerte me enseñara este oficio, me llamó mucho la atención el ejemplo que me puso para indicarme a donde iba esta profesión, si todos entrenan para ser Messi ¿quien va a jugar de portero?. Da que pensar.
Yo soy de los que piensa que el Jefe de sala debe ser el protagonista de la película por muchos motivos, el principal es por ser la imagen visible del restaurante, otro puede ser algo que es vital pero poco nombrado suele conocer los gustos del cliente, ¡vaya por Dios! lo volví a hacer, les dije el secreto mejor guardado hoy en día, el Santo Grial al descubierto, los clientes son lo principal de un restaurante ya que son los que deciden ir o no a cada casa. ¡Me enrede, al lío!.
Los cocineros hasta hace unos años vivíamos en una cueva encerraditos, con una chaquetilla y cuchillo en mano entreteniendo a los fogones, hoy en día hay que tener dos chaquetillas, la que aguanta las salpicaduras y otra impoluta y bien planchada para salir a sala mesa por mesa. Ya saben marketing o novela rosa.
El problema es como decía este amigo tomando un café es ¿Quién estudia ahora para camarero?, ¿Qué pasará con la sala?, todos quieren ser chef.
Igual la solución o la alternativa, ambas valen, es que un cocinero, ¡uy! Perdón, un Chef haga lo que hacía Quico en el Cadiz, sacar el córner e ir a rematarlo.
Queridos chavales entiendo que por el círculo mediático formado todos quieran ser cocineros, entiendo también las ansias de los cocineros de salir de la cueva donde estábamos escondidos cual arma secreta, pero les aseguro que la sala también es un mundo apasionante, no es sólo llevar platos, es interactuar con los clientes, el hacerlos sentir importantes, el recibirlos y darles las gracias por confiar en "tu casa" pudiendo elegir otra, el preparar esos brebajes en una coctelera que les alucina el sabor, el servirles un vino y poder indicarles de donde es o el tipo de uva...
Señores esta profesión es trabajo en equipo y aunque digan que cocineros son como perros y gatos la realidad es que son un matrimonio ciando sale de aniversario y van de la mano. ¡Larga vida a la vieja escuela!.

No hay comentarios:

Publicar un comentario