El futuro pasa por dejarse de chorradas y cocinar comida para ser disfrutada y compartida, perpetuando ese patrimonio llamado “cocina canaria” que ojalá no terminemos de arruinar y la rescatemos y volvamos divertida, dicho esto, vamos al lío que luego se me va el baifo. Voy plegando velas para centrar la jugada en el tema que hoy toca tratar, , sin boberías, porque la cocina es algo serio para lo que necesitas preparación y sentido común, de ahí el asunto que nos reúne en torno a este disparatado artículo, por llamarlo de alguna manera, ya saben, vicios chungos de los editores, seguramente llegará a sus ojos sin "tacos".Lo prometido es deuda, hoy en día a nuestras casas llegan unos que se declaran influencers, a que puesto en inglés queda chulo, es decir, una gente que tiene mucha gente que le sigue y que si te "portas" bien pues te ponen en sus redes sociales y la gente que le sigue va a tu garito, no sé yo eso de que vayas por la calle y te sigan allá donde vayas, ellos sabrán, ahora la pregunta del millón, en qué consiste eso?, no logro entenderlo, llámenme antiguo, pero yo pensé que la gente iba a los restaurantes a comer por lo que se elaboraba y se servía en ellos, pero no, van porque otro les dice que estuvo, pero van a hacerse una foto o a comer?.
Luego están los foodies, una gente que disfruta comiendo y lo cuenta en sus redes dando su opinión personal de lo que les parece el "sitio" elegido, estos que son, unos críticos amateur?, me mola el concepto, lo veo divertido ya que lo basan en la experiencia casi religiosa que es eso del buen comer, a fin de cuentas es un cliente que expresa su opinión, interesante eso.
Luego tenemos a los críticos, ¡¡¡ Ayy!!! como se ha devaluado esa palabra, antes era una persona que iba a un restaurante a comer y escribía unos artículos, normalmente era gente que entendía del oficio, tenían páginas o pie de página en prensa relativamente importante, en este bloque podemos incluir a los especialistas que ya valoran para determinadas "empresas" y a veces te dan premios y todos, ya saben, he escrito de ellos varias veces, aunque no me fío de esos premios que dan gente de neumáticos y petróleo, lo mismo crean la guía de recauchutados y se lía parda.
Y digo yo, no es más fácil volver a eso de cocinar para el hambriento y dar de beber al sediento, en vez de tanta gilipollez?. Ahí lo dejo... Hoy no tengo ganas de escribir sobre los egochef, perdonen la chapa y espero disfruten de esos restaurantes que les molan.
Espero que la vecina del quinto no se meta a influencers, ni foodie y mucho menos a crítica, la sacas del potaje de berros y se jode el asunto.
¡¡¡ Que la diosa de los fogones les acompañe!!!.