domingo, 17 de diciembre de 2017

Pata asada, tradición y fechas.

Quizás en esta tierra si hay un plato que aparece más en carta que las croquetas o la tortilla es la "sagrada y venerada" Pata asada, Dios tenga en su gloria y nosotros en la mesa. Para todos aquellos que piensan que el recetario canario solo se compone de papas arrugadas y mojo, hoy seguro cambiaran de idea, seguramente para mi esta receta será volver a tener líos con los sumos sacerdotes del oficio. Hoy toca pata asada.
Estando en estas fechas de celebración, no podíamos dejar pasar la oportunidad de sacar este tema, como siempre intentaremos ser fieles a la historia que no la receta algo que es un imposible, ¿recuerdan?, cada isla, cada municipio, cada barrio, cada casa, cada uno, tiene su propia receta, todas son geniales y nosotros queremos compartir con todos ustedes la nuestra, ¿ por qué?, sencillo, porque podemos y queremos.
Se supone esta elaboración nace en época donde no había neveras y por necesidad se tenían que conservar los géneros, se salaba, se adobaba y como no, se asaba, igual el asunto es por crear nuestra propia historia de amor con el jamón, ¡Amén!.
En plato, en bocata, como entrante, con cerveza, con vino, con un refresco, que importa es uno de esos platos que están considerados como manjar, además de ser uno de los invitados en estas fechas navideñas en cada casa, deberían darle la categoría de Patrimonio de la humanidad.
Receta.
1 Pata de cerdo, 6-8 kilos.
1/4 litro de mojo rojo.
2 cucharadas de pimentón ahumado.
1 puñado de sal gruesa, por supuesto.
1 pellizco o dos de orégano.
Unas vueltas de molinillo de pimienta negra.
Cabeza y media de ajos.
Un chorrete de vino blanco, el que les guste, pero que beberían.

Elaboración.
Sacamos con cuidado el cuero de la pata, sin llegar a desprenderlo totalmente, solo hasta la altura del "tobillo". Hacemos unas incisiones en la carne al ancho y al largo, introducimos los ajos pelados. Mezclamos el mojo, el vino, el pimentón, el orégano. Damos un masaje a la pata con la sal, luego pimentamos y volvemos a masajear, si tratamos bien la pata seguro luego nos tratará mejor. Embadurnamos con nuestro "mojo", volviendo a masajear. Colocamos el cuero nuevamente y pinchamos con una brocheta para que no camine para atrás mucho el cuero en el asado.
Calculemos que va a estar sobre 35 minutos por kilo en el horno, comprobaremos pinchando por varias zonas y "viendo" no suelta líquido. La temperatura ideal para el horno es precalentar a 200º y luego bajarla a 170º, dejando se ase despacito y bien. Luego dejar reposar si es que pueden, yo no lo he conseguido aún, pero me declaro un pecador.

Esto señores y señoras, debería ser obligado consumirlo, no se ustedes, les garantizo que un servidor no le pide fecha al calendario para comer un buen plato de pata.

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