domingo, 17 de diciembre de 2017

Creo, es un articulo de cocina canaria.



Nunca me gustó estudiar, pues reconozco que me arrastré por el BUP, hasta que di, como dice el cura del barrio,con mi vocación de cocinero. Juré y perjuré en casa que aprobaría mates y lengua para dar por finalizada oficialmente una adolescencia muy gamberra y alborotada, ya saben que soy muy inquieto. Luego fui de "plonge" en plonge, sacando un master en fregadero y aprendiendo lo que podía aquí y allá. Durante todos estos años, me dedique a currar, rascando el culo de las cazuelas e interpretando mi entorno, Una locura. Lo soñaba de joven y a medida que me hago viejo, pelma y los inviernos se me antojan eternos, con más razón si cabe me reafirmo en mi empeño: quiero dar a conocer y cocinar con el producto de mi madre patria, Canarias. ¡Es la guerra, más madera!
Así que, si como al menda lerenda, el tema canario le pone cantidad, pues les presento unas características de mi tierra. Entren y admiren los descomunales paisajes canarios, ¡qué hermosura!,cuando vinieron los cascos plateados en esa época de conquista, causando un desastre de magnitud bíblica; no tuvieron en cuenta un rollito que por estas tierras perdura, el gofio, tampoco pudieron llevarse uno de los tesoros más importantes que hay, el mar, algo fundamental en la gastronomía de las islas. Así que disfracemonos de críticos gastronómicos y tratemos a la cocina del archipiélago como si de un local se tratara.
Ahora que tanto se habla de cocina tradicional, viene al caso hablar de este lugar, como si el tiempo se hubiese detenido y el impacto de las nuevas cocinas no hubiese afectado en absoluto, después de probar determinados platos de costumbres arraigadas, pensaran que Canarias ya no será país para viejos, ni para sosos, aburridos o rezagados. En cada rincón encontrarán una excepcional materia prima en sensual y majestuoso despelote, alarde de sabor a tutiplén y acompañamientos llenos de sentido y sensibilidad, pregunten por los mojos y las papas arrugadas, ¡¡¡ la salsa de canarias se llama mojo picón, lalalala!!!, un derroche de contrastes que son puro espectáculo,naturaleza en plena ebullición. Un paraíso que acoge además otra sorpresa en su paisaje cuando menos curiosa, o varias, El Teide, La Caldera de Taburiente, Roque Nublo, Timanfaya,Garajonay, Mencafete, Tindaya... crean una particular banda sonora que deberían escuchar al menos una vez en la vida.Si vienen lo comprobarán, palabrita del niño Jesús. ¡¡¡uyyy!!!, se me fue la baifa de nuevo, venía a escribir sobre cocina y acabé hablando de unas islas, no importa es un conjunto ¿o no?, hay hasta buenos vinos y grandísimos postres. Recuerden en cocina, a veces, las cosas de apariencia más sencilla son las más difíciles de resolver, listo ya lo volvimos un articulo gastronómico.

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