martes, 18 de octubre de 2016

CHESSECAKE, la tarta de muchos paises.



La tarta de quesos es un clásico de muchas culturas, como en casi todas las recetas tiene que ver con conquistas y barcos, en este caso se cree que su creación se remonta 4000 años antes de Cristo, allá por la Antigua Grecia. En la Antigua Grecia este pastel de queso se consideraba una fuente de energía, dice la leyenda que este postre tiene que ver con los juegos olímpicos. Cuando Grecia fue conquistada por los romanos, esos que dieron chola por medio mundo conquistando todo menos una pequeña aldea gala, la tarta de queso se convirtió en un motín de guerra. Modificaron la receta incluyendo huevo y horneándola entre ladrillos calientes,como el Cesar y los suyos hacían y deshacían lo que querían le cambiaron el nombre que utilizaban los griegos, dando por nombre libuma, igual les resultó más atractivo. Con las siguientes conquistas del Imperio Romano, la tarta de queso llegó al resto de los países de Europa, en donde cada lugar fue modificando la receta original según sus gustos y tradiciones culinarias autóctonas. No fue hasta el siglo XVIII cuando esta elaboración comenzó a prepararse tal y como lo conocemos hoy en día,a causa de nuevas conquistas llegó a América llevada por los primeros colonos europeos, ya saben, lo de siempre, más o menos. En Philadelphia, por el año 1872, un quesero llamado Lawrence de Chester intentó crear una mezcla más suave con el queso tipo Neufchatel y gracias a un error en esta preparación, se creó el queso crema que adquirió el nombre de esta ciudad y que actualmente se utiliza en la elaboración de esta famosa tarta.

Para la base (masa quebrada),

500 g de harina
350 g de mantequilla
130 g de azúcar
2 yemas de huevo
Ralladura de limón
Una pizca de sal
Media cucharadita de levadura sintética.

Para el relleno,
500 g de queso Philadelphia o similar
120 g de azúcar
4 huevos
170 g de nata
Una cucharada de esencia de vainilla

Para el dulce de leche,
1 lata de leche condensada
Agua

Para el dulce de leche,
La forma más práctica es colocar una lata de leche condensada en una cazuela y cubrir de agua 5 cm. por arriba.
Cuando rompa el hervor, bajar el fuego y cocinar 1’5 h., luego darle vuelta a la lata y cocinar otra 1’5h. más.
Para la base (masa quebrada),
Batir a blanco la mantequilla con el azúcar e incorporar las yemas + ralladura de limón.
En un bol aparte mezclar todo los polvos, unir las dos preparaciones y dejar reposar durante 30 minutos.
Cuando coja frío, estirarla con la ayuda de un rodillo y forrar un molde de 18 cm.
Taparlo con papel de plata y hornear a 180ºc durante 15 mn. aprox.

Para el relleno y final,
Mezclar todo en la batidora hasta que quede una crema lisa.
Con el dulce de leche se hacen tres círculos sobre la base de la tarta, uno dentro del otro.
Se vierte el relleno y se hornea durante 45 mn. aprox

Como ven la historia, las conquistas, el lleva y trae ese que tanto les cuento, en esta receta se demuestra mucho, una tarta que lleva paseándose por el mundo unos cuantos siglos, una tarta adoptada por distintos países cada uno haciendo un cambio, dando un nombre distinto pero con una misma base de ingredientes, en la que según donde sean la técnica empleada es una u otra. Dicho esto me despido hasta la próxima con un ¡Ave Cesar!

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