martes, 29 de septiembre de 2015
HISTORIAS DULCES DE LA COCINA.
Cada elaboración tiene su historia y aquí van algunas.
TIRAMISÚ.
Muchas son las historias acerca del origen de este postre italiano. En la región de Véneto aseguran que nació en los años 70 de la mano de un joven pastelero llamado Roberto Linguanotto que por indicaciones de la entonces propietaria del local donde trabajaba, Ada Campeol, creó el postre de cuchara más famoso del mundo.Ada Campeol en el periodo de lactancia de su hijo era alimentada por su suegra con bizcochos, café y huevo como una forma de reconstituyente, con esos tres ingredientes a la italiana se le ocurrió crear un postre al que posteriormente se le añadió nata montada, queso mascarpone e incluso mantequilla. Había nacido el tiramisú.Otras historias enclavan el nacimiento del tiramisú en el siglo XVII en honor al Duque de Toscana, en el XIX como regalo al primer ministro de Italia e incluso muchos defienden que el tiramisú nació en un burdel italiano como un dulce para dar energía a los clientes, de ahí que su nombre se pueda traducir en castellano como “levantar el ánimo”.
TARTA TATÍN.
Todo comenzó en el hotel Tatin, regentado por dos hermanas que así se apellidaban, en la pequeña población de Lamotte-Beuvron, al sur de Orleáns. Bien comunicada con París por ferrocarril y en plena Belle Époque (finales del s.XIX y principios del XX), la localidad se convirtío en la capital de la caza, atrayendo a políticos y ricos hombres de negocios, por lo que el hotel y su restaurante era frecuentado por personas influyentes en la ciudad.Las versiones sobre cómo y por qué se preparo la primera tarta Tatin son diversas. La más popular es la de que una de las hermanas, Stephanie, tuvo un desliz al preparar una tarta de manzana y caramelizó las manzanas, por lo que decidió taparlas con una poco de masa para que no se vieran. También hay quien dice que estaba pensando en las musarañas y puso las manzanas en el molde sin haber puesto antes la masa, y la añadió encima.
CREMA CATALANA.
La crema catalana típica de Cataluña, España es también conocida con el nombre San Joseph (San José) siendo una preparación dulce, típica de este territorio.Más tarde se fue extendiendo a lo largo y ancho de toda España. Se acostumbra a prepararla cuando se conmemora la fecha de este Santo que es el 19 de marzo. Su propio nombre parece ya indicarnos sin más dilación la procedencia de la receta, sin embargo, hay toda una disputa sobre su verdadero origen, donde Inglaterra, Cataluña y Francia son los posibles padres.
La identidad inglesa se basa en una parte de la historia del Trinity College de Cambridge. En 1879, la escuela empezó a servir la “trinity cream” con el escudo de armas grabado en la fina capa de caramelo crujiente. No obstante, se dice que durante el siglo XVII ya se preparaba, afirmación que el propio Trinity College desmiente argumentando que el hecho de ser un invento suyo “no tiene ningún fundamento en realidad”, pero sí aseguran la estrecha relación entre la receta y su cocina desde el siglo XIX.
La catalana, por su parte, nos aparece bien documentada desde el siglo XIV en la literatura catalana, además de recetarios medievales como el Llibre de Sent Soví del XIV o el Llibre del Coch del XVI. Aunque el historiador, profesor y escritor gastronómico, Jaume Fàbrega, advierte en uno de sus artículos que en algunos de estos escritos medievales se nos presenta con el nombre de “llet cuita” (leche cocida) o “lluixell”. Más adelante, durante el Barroco, la crema catalana será protagonista en ciertas ocasiones del dietario del barón de Maldà de Barcelona, Rafael d’Amat i de Cortada, titulado Calaix de Sastre y escrito entre finales del siglo XVIII y principios del XIX.
Por último, tenemos la versión francesa, la “crème brûlée”, que hace su primera aparición escrita en 1691 de la mano del chef François Massialot, en su libro de cocina “Nouveau cuisinier royal et bourgeois”. Y a partir de la segunda edición de este volumen, surge la problemática: Massialot cambia el nombre del plato por “crème anglaise”. Es entonces cuando algunos empezaron a considerar que la “crème bûrlée” era realmente un plato de origen inglés, pero a su vez, otros opinaban que era de inspiración catalana, ya que en “Lenguadoc” y “Rosellón”, comarcas originariamente catalanas, se cocinaba crema quemada.Así pues, el origen es confuso. La documentación escrita puede ayudar a marcar una fecha aproximada, pero, por desgracia, no es una prueba suficiente para declarar con exactitud quién fue el creador. Eso sí, gracias a los recetarios medievales, la crema catalana es considerada uno de los postres más antiguos de Europa y, a la par del resto de platos que aparecen en ellos, sabemos cómo era la dieta mediterránea en la Edad Media.
HELADO.
El helado tiene toda una historia que nos acompaña desde hace miles de años. Parece que todo empezó con los chinos muchos siglos antes de Jesucristo y nuestro calendario. Éstos mezclaban la nieve de las montañas con miel y frutas. Los Califas de Bagdad, ahí, donde las “Mil y una noche” y Alí Babá, mezclaban la nieve con zumos de fruta dándole el nombre de “Sharbets”, que significa bebida, es lo que hoy conocemos por sorbetes y nos acerca un poco a la trayectoria de los helados, ya que fue Marco Polo el que introdujo en Europa las fórmulas aprendidas en sus viajes.
Se ha llegado a decir que el nombre de los helados que llamamos polos se puso en homenaje al legendario Marco Polo. También se dice que los romanos, como Julio César o Nerón, se deleitaban consumiendo grandes cantidades de bebidas congeladas muy frías.
La preparación de los helados por aquel entonces era tan complicada que sólo lo podía tomar la nobleza. Todos sabemos a qué velocidad se derrite un helado y al no disponer de frigoríficos, congeladores o heladeras, era toda una aventura conservar un helado hasta que un rey o rico mercader lo pudiera saborear.
Para hacer un helado y conservarlo se necesita frío, así que pagaban a portadores para subir a las montañas a coger nieve, y una vez en casa la depositaban en profundos pozos tapándola con paja. Con esta nieve podían enfriar bebidas o mezclarla con zumos para hacer sorbetes.
Los helados de leche entonces no se conocían, pero un cocinero francés que servía en la corte inglesa, mezcló zumos con leche e inventó el helado. El Rey Carlos I de Inglaterra quedó tan fascinado que le dio una gran recompensa para que reservase su invento únicamente para uso de la mesa real.
En 1660, el italiano Procopio abrió en París el “Café Procope”, donde además de café se servían helados, siendo este siciliano el abuelo del helado popular. Fueron los heladeros italianos, convertidos en heladeros ambulantes, quienes dieron a conocer por toda Europa las delicias de los helados hasta que en 1700 cruzan el Atlántico y se empiezan a hacer populares en Estados Unidos.
ROSCÓN DE REYES.
El origen del roscón no tiene nada que ver con la llegada de los Reyes Magos a Belén para adorar al Niño, sino que parece estar relacionado con las saturnales romanas, éstas que no eran más que fiestas dedicadas al dios Saturno con el objeto de que el pueblo romano en general pudiera celebrar los días más largos que empezaban a venir tras el solsticio de invierno. Para estos festejos se elaboraban unas tortas redondas hechas con higos, dátiles y miel, que se repartía por igual entre los plebeyos y esclavos.
El pastel que se hace en España tiene forma de rosca, más o menos imitando una corona real, cubierto de frutas escarchadas, que semejan las joyas de la corona, y lleva escondida en su interior una pequeña sorpresa, a veces de gran lujo y valor. La tradición dice que quien la encontraba tenía que pagar el roscón. Curiosamente esta torta este dulce es conocido en la cocina portuguesa como "Bolo de Rei", aunque no consta de los mismos ingredientes. La receta del roscón es antigua en el mediterráneo y también se encuentran dulces semejantes en la Provenza francesa. El rey francés Luis XV quedó encantado con el roscón y se dedicaría a propagarlo, con una moneda en su interior como sorpresa, entre la aristocracia francesa y europea. Así fue como llegaría a España, de manos de la Casa de los Borbones, donde recibió una excelente acogida. Pronto la costumbre pasaría de los nobles al pueblo llano, siendo Madrid y Sevilla importantes baluartes de esta obra maestra de la repostería. Poco a poco, todo el país e Hispanoamérica se fueron dejando seducir por su sabor único. Es costumbre en muchos de aquellos países merendar el Roscón de Reyes con chocolate, además de adornarlo con miel y frutos del desierto, como dátiles o higos.
FLAN
El postre es tan antiguo que aparece en el libro VII, capítulo XIII Dvlcia domestica et melcae (Dulces caseros y leche agria de Apicius, uno de los primeros escritores de recetarios de la historia.Surgió justo en la época en que los romanos aprendieron a domesticar los pollos y a experimentar creando nuevas recetas con los huevos. Así surgió el Tiropatinam, el primer nombre que llevaría el flan. Originalmente no era un platillo dulce. Luego surgiría una versión muy dulce elaborado con huevos, leche y miel.Con el tiempo, se le quitó la pimienta de encima y comenzó a decorarse con caramelo.
Su nombre actual, apareció en el siglo VII, proviene de la palabra francesa flan, que a su vez, proveniente de la palabra altoalemana flado, que significa torta u objeto plano. Sus ingredientes básicos son: leche, azúcar y principalmente huevo, y se cocina a baño María hasta que tome una consistencia ligera y algo gelatinosa.
Finalmente, el flan tuvo diferentes versiones. En Reino Unido, por ejemplo, se hace una especie de corteza (con los ingredientes de lo que conocemos como flan), que se rellena de frutas y nueces.
ARROZ CON LECHE.
Sobre el origen del Arroz con Leche, parece ser que en la zona de Cataluña y Valencia se ofrecía el “Menjar Blanc” (manjar blanco) cuyo ingrediente tradicional era la almendra y como base se utilizaban las pechugas de gallina, el arroz y el azúcar. Pero este postre sólo estaba presenta en las mesas de la gente pudiente. Es por esto que se cree, que debido al abaratamiento de las especias, los cocineros ingeniosos llegaron a elaborar en el siglo XVII un arroz con lechecomo plato simple, sin tropezones, es decir, para la gente más humilde.Otro dato curioso sobre el origen del Arroz con Leche, es que en su elaboración inicial se hacía con miel. El azúcar, obtenido solamente de la caña, llegó a Europa en la época de las cruzadas y entró por la zona oriental del Mediterráneo. Más tarde, el comercio entre los persas y los venecianos, genoveses y pisanos popularizó su uso. Pero fue en la Edad Media cuando el azúcar llega a España, donde se implantó como una especie muy utilizada, lo mismo que la sal y la pimienta. Los que la utilizaron primero fueron losboticarios que la incluyeron en sus pócimas y medicinas que recomendaban a su clientela para curar toda clase de males. Y fue en el siglo XVIII que se descubrió la presencia de sacarosa en la remolacha, pero su desarrollo llegó a principios del siglo XIX. Parece que empezó a elaborarse en Andalucía aromatizando el arroz con leche con canela, cáscara de limón o de naranja, pero poco a poco la receta se fue extendiendo por toda España y puede ser que sea por la calidad de la leche Asturiana, por la selección del arroz o el toque final que le dan en la cocción, que el arroz con leche asturiano hace de este postre un auténtico manjar en los paladares más refinados.
DONUTS.
Algunas fuentes señalan su origen en la Edad Media en el Norte de Europa, aunque el origen más probable se encuentra en un bollo de aceite que se hacía en Holanda en el Siglo XVI, el olykoek, que era una pasta muy azucarada que se freía en grasa animal.
Al principio era algo parecido a un bollo sin agujero que debido a los problemas técnicos de la época siempre quedaba crudo en el medio, ya que por su forma y tamaño era muy difícil lograr que el interior quedase completamente hecho.
Para tratar de disimular este problema, se ponían nueces en esta parte central para que al haber menos masa no quedase crudo, y si quedaba crudo, el sabor de las nueces “camuflara” el sabor de la masa sin cocer.
Llegaron a Estados Unidos gracias a los primeros colonos y emigrantes, y allí los empezaron a llamar “dought nut”, algo así como pasta de nueces, palabra de la que derivaría el posterior vocablo de “donut”.
Pero seguía persistiendo el problema de la cocción del centro del bollo, y en 1847 un marinero, el capitán Hanson Gregory decidió hacerle un agujero en el centro usando la tapa de un pimentero, para quitar la parte de masa que siempre quedaba cruda y ver si así mejoraba la cocción, y efectivamente, así sucedió.
APFELSTRUDEL.
El Apfelstrudel es un plato típico de Austria, Alemania y Hungría. Fue desarrollado por la cocina vienesa, aunque gracias a su popularidad se extendió con rapidez a todos los países del Imperio Astrohúngaro. Sin embargo, sus orígenes se remontan a las cocinas turcas, bizantina y armenias ya que una buena parte del centro y sur de Europa (desde Austria a los Balcanes, pasando por el sur de Rusia y Ucrania) formaron parte del Imprerio Otomano hasta principios del siglo XX.
El strudel no sólo se elabora con manzana. También se hace con requesón, una receta que también me gusta mucho, y con frutos secos variados, versión que no he tenido el gusto de probar todavía. Por lo demás, nuestra imaginación será la que ponga límites a la hora de preparar un strudel con sello propio y del relleno que más nos plazca, sea éste dulce o salado.
PROFITEROL.
Aunque se dice que el profiterol es originario de Francia, todos, o casi todos saben que lo introdujo un cocinero italiano cuando en 1533 Catalina de Médici se trasladó a Francia en compañía de toda su corte, chef y cocineros incluidos. Panterelli fue quien inventó una masa seca que se conoció primero con su nombre y luego como pâte à Popelin y ahora es llamada pasta choux .
La pasta fue perfeccionada por Avice y más tarde por Antoine Carême, y es la receta de profiteroles que se conserva hasta nuestros días.
Los profiteroles son también conocidos como petisús, se han extendido por varias ciudades tanto en Europa como en regiones latinoamericanas y aunque mantienen su esencia, el relleno y la recubierta suelen ser distintos, por ejemplo en Galicia suelen estar rellenos de ingredientes dulces como crema o chocolate, mientras que los austriacos los rellenan de crema de queso quark.
Aunque en las cocinas gallegas aparece como un postre, en otras regiones de la cocina europea se puede ver como ingrediente de diferentes platos principales como sopas.
En Argentina los profiteroles son de un tamaño más pequeño y conocidos con el nombre de bombas de crema, y el relleno más común es la crema pastelera, aunque también es frecuente el de dulce de leche u otras variantes, también suelen utilizarse rellenos de queso azul u otros ingredientes salados para los cocktail . Los dulces integran el exquisito conjunto de las “masas frescas” con las cuales se acompañan desayunos, meriendas y té.
DULCE DE LECHE.
En Argentina existe un relato popular y legendario que fecha su invención hacia el año 1829 en instancias en que estaban por reunirse para firmar un pacto de paz Juan Manuel de Rosas y su enemigo político (y primo hermano) Juan Lavalle en la estancia del primero en Cañuelas, a las afueras de Buenos Aires. Lavalle fue el primero en llegar y, fatigado, se recostó sobre el catre de Rosas, quedando dormido. La criada de Rosas, mientras hervía leche con azúcar (preparación conocida en esa época como lechada) para acompañar el mate de la tarde, se encontró con Lavalle durmiendo sobre el catre de su patrón. Ella lo consideró una insolencia y fue a dar aviso a los guardias.
Poco tiempo más tarde arribó Rosas, quien no se enfadó con Lavalle y pidió a la criada el mate con leche. Ésta recordó en ese momento que había abandonado la leche con azúcar al fuego, dejándola calentar durante un largo tiempo. Al regresar a buscar la lechada, la criada se encontró con una sustancia espesa y amarronada. Su sabor agradó a Rosas y se cuenta que compartió el dulce con Lavalle mientras discutían los puntos del pacto, dando así un origen accidental al dulce de leche.
LECHOSA VENEZOLANA.
El dulce de lechosa se prepara con mucha frecuencia para Navidad, se cocina lentamente y al estar cristalino se conserva en frascos de vidrio, un dulce de lechosa sirve de exquisito regalo, de postre, de merienda al atardecer. Sus tajadas cristalinas siempre serán un mágico encuentro con la dulcería criolla venezolana.Este dulce se elabora teniendo como elemento principal la pulpa en láminas o cortes de la lechosa verde o que no este madura, siendo estos diferentes cortes de formas según la región o el gusto de quien lo prepare, se puede realizar entonces con largas lonjas, pequeños trocitos, finos o gruesos cortes de mediano tamaño de la fruta en cuestión. Los otros ingredientes que conforman este dulce son el papelón como originalmente se prepara o se puede utilizar en cambio el azúcar como muchos hoy en día lo hace.
MERMELADA CUBANA.
En Cuba colonial, las frutas hervidas en melado de caña formaban parte de la comida diaria de los negros esclavos. Ello se hacía para suministrar a los infelices morenos los energéticos que les permitieran trabajar por más de 14 horas en las plantaciones. Este tipo de alimento abarataba la manutención de las dotaciones, pues las frutas las obsequiaba la naturaleza y el azúcar empleado provenía de mieles de desecho.
Aunque al preparar confituras de la guayaba aprovechamos hasta las cáscaras, el coco es el soberano de la repostería criolla, pues su masa figura como elemento principal en unas 20 recetas.
Otros postres con historia en Cuba.
El arroz cuajado en leche saborizada con cortezas de limón y canela es un regalo al paladar. Denominado "arroz con leche", es uno de nuestros postres preferidos.
Numerosas ancianas de Cuba afirman que este dulce es un símbolo de pureza y amor. Por ello, en siglos pasados las jóvenes casaderas brindaban arroz con leche a sus pretendientes cuando éstos las visitaban por primera vez. Para dar a un nuevo vecino la bienvenida y expresarle nuestro deseo de mantener con él las más armoniosas relaciones, basta tocar a su puerta y obsequiarle un plato de arroz con leche.El "bienmesabe" era considerado como "el postre de las suegras" pues era de obligada presentación cuando las recién casadas recibían por primera vez en su hogar a la madre del esposo.
Durante los siglos XVIII y XIX, Cuba exportó a Europa la cafiroleta, un turrón hecho con boniato, coco rallado y azúcar que era envasado en cajitas de cedro. A la cafiroleta hoy se le añaden yemas de huevo para conferirle suavidad a la masa.
Si a la occidental provincia de Pinar del Río debemos la "malarrabia", esos gustosos cuadritos de boniato; en el territorio de Matanzas, yemas de huevos, coco rallado y trozos de piña se funden en esa delicia denominada "atropellado matancero". La oriental zona de Guantánamo es célebre por sus cucuruchos de coco.
No puede faltar una mención al majarete, sabrosa y alimenticia crema elaborada con fécula de maíz tierno y leche. Procedente de México, donde se elabora sin saborizantes, en Cuba le añadimos canela, vainilla y ralladura de limón.
Para que las flores también figuren entre las golosinas cubanas, los azahares de la naranja dulce se cocinan en almíbar a fuego muy lento para transformarse en el llamado " dulce de Jaruco", esa curiosidad de la repostería criolla.
CREMA DIPLOMÁTICA.
La crema diplomática, conocida por algunos pasteleros como crema diplomat o crema madame, es una elaboración de repostería que combina dos de las cremas de pastelería más populares y ricas, la crema pastelera y la crema chantilly.La Crema diplomática forma parte de muchos dulces de pastelería clásica, como la Tarta Fraisier, pero es apta para rellenar todo tipo de tartas y pasteles, profiteroles, eclairs, crêpes, tartaletas… también nos gusta disfrutar de esta crema como base de un postre con fruta natural, es ideal para hacer helados o tartas heladas, y decoraciones en todo tipo de repostería.
PIONONO.
La historia del pionono se pierde en el tiempo no quedando claro su origen real, si queremos dilucidar la autoría del pionono debemos mirar en los retazos de cultura popular que han resistido hasta nuestros tiempos encerrados en leyendas muchas veces o simplemente olvidados.
Los primeros indicios de aparición de un pastelillo parecido al pionono los encontramos en laEspaña hispano-musulmana entre los siglos X y XI, en pleno apogeo de las artes y las ciencias de Al-Andalus. Esta época, marcada por el mestizaje cultural, hace de Al-Andalus un referente de modernidad e innovación a todos los niveles. Las innovaciones se suceden en distintos campos desde la política hasta la literaria pasando por las artes y por supuesto la gastronomía que se enriquece con sabores agridulces y especiados. Es pues el pionono resultado de combinar el poso romano, que aún persistía con los nuevos sabores que llegaron de la otra orilla del Mediterráneo.
La repostería de la época hispano-musulmana se caracteriza sobre todo por el empleo de materias primas como la canela y la miel, todavía hoy podemos encontrar muestras de esta cocina en dulces árabes como la shubarquía y la pastela, que con su característico sabor nos trasladan a otras épocas.
La creación del pionono como lo conocemos hoy día se debe en parte al celo con el que los habitantes del pequeño pueblo de Santa Fe conservaron la receta como parte de su herencia árabe por encima de cambios religiosos y políticos que sobrevenían en la región de Granada.Dentro de la repostería palmera destaca un pequeño dulce con crema de limón y bañado en una pequeña capa de almíbar . Cuenta la tradición que junto con otros pasteles fueron ofrecidos en el año 1823 al canónigo Juan María Mastai Ferreti en su visita a La Palma y el más que le gustó fue este pequeño marquesote relleno teniendo una gran predilección por él . Cuando este canónigo llegóa Papa con el nombre de Pio IX y en su honor estos pasteles se llamaron PIONONOS. Ingredientes : Una lámina de bizcocho .Tres huevos , 300 gr. de azúcar , 100cc de zumo de limón , una cucharada de ralladura de limón , 70 gr. de mantequilla , 25cc de ron y 200cc de agua . PROCEDIMIENTOS : Compramos la lámina del bizcocho y la cortamos en cuatro trozos iguales . Preparamos la crema batiendo los tres huevos en un bol con 100gr de azúcar hasta obtener una mezcla esponjosa y le incorporamos el zumo y las ralladuras del limón , mezclamos bien . Ponemos el bol al baño maría en un cazo con agua muy caliente y bajamos el fuego para que la crema no hierva , removiendo siempre . Retiramos del fuego y agregamos la mantequilla hasta que se derrita , por el calor, en su totalidad. Hay que tapar el bol con papel film de manera que este papel toque a la superficie de la crema para que no tenga contacto con el aire. Extendemos las láminas de bizcochos y untamos con la crema de limón . Enrollamos y cortamos en rodajas de dos centímetros de grosor y colocamos en una bandeja o moldes individuales.Hacemos el almíbar con 200cc de agua , 100gr. de azúcar y 25cc de ron que colocaremos al fuego y cocemos durante 10 minutos . Retiramos del fuego y con la ayuda de una cucharita mojamos los piononos con el almíbar , dejandolos un poco secar y colocandolos en la nevera hasta el momento de servir .
RAPADURA.
La panela, raspadura, rapadura, atado dulce, chancaca (del quechua chankaka), empanizao, papelón, piloncillo o panocha, es un alimento típico de Brasil, Colombia,Chile, Ecuador, México, Cuba, Panamá, Perú, Venezuela, y varios lugares de Centro América, también de algunas provincias de Argentina (Tucumán, Misiones, etc.) y Bolivia, cuyo único ingrediente es el jugo de la caña de azúcar. Su nombre se debe al acto de panificar el juego de caña, deshidratándolo y solidificándolo en paneles rectangulares o moldes de diferentes formas. Para producir la panela, el jugo de caña de azúcar es cocido a altas temperaturas hasta formar una melaza bastante densa, luego se pasa a unos moldes en forma de cubo donde se deja secar hasta que se solidifica o cuaja. La panela también es producida en algunos países asiáticos, como la India y Pakistán, donde se le denomina gur o jaggery.
En mi isla, La Palma son muy pero que muy típicas, y esta es su receta.
INGREDIENTES
½ taza de gofio, 100 gr. de almendra molida, ½ litro de miel, ¼ kilo de azúcar, ralladura de limón, matalahúva, y canela.
Papel de hornear y un “fisquito” (un poquito) de aceite.
CHOCOLATE.
La palabra cacao procede de la azteca “cacahuatl“. Según la leyenda, el cacao era el árbol más bello del paraíso de los aztecas, que le atribuían múltiples virtudes, calmar el hambre y la sed, proporcionar la sabiduría universal y curar las enfermedades.
Se sabe que los primeros árboles del cacao crecían de forma natural a la sombra de las selvas tropicales en las cuencas del Amazonas y del Orinoco, hace ya unos 4000 años. Los mayas empezaron a cultivarlo hace más de 2500 años.
El cacao simbolizaba para los mayas vigor físico y longevidad, lo usaban como medicina siendo recetado por sus médicos como relajante, como estimulante y como reconstituyente. La manteca del cacao se usaba como pomada para curar heridas.
Fueron los mayas los que crearon un brebaje amargo llamado “chocolha“ hecho de semillas de cacao, que solo podían consumir nobles y reyes. Se describía diversas formas de elaborarlo y perfumarlo, más líquido o espeso, con más o menos espuma, con miel, maíz o chile picante.
En 1502 Cristóbal Colón recibió, como ofrenda de bienvenida, armas, telas y sacos de unas habas oscuras que, en la sociedad azteca, servían a la vez de moneda y de producto de consumo. Aunque fue Hernán Cortés quien envió el primer cargamento de cacao a España en 1524.
ZUPPA INGLESE.
La desviación semántica se debe, parece, a unos italianos de mala habla o extremadamente dialectales para describir el acto de empreñar o bañar con un jarabe y licor, en este caso el biscochuelo que integra el dulce. Zuppare o inzuppare significa propiamente esto en italiano y zuppa es una menestra caldosa, en fin, ‘zuppa inglese’. Inglesa porque la primera vez se tiene noticia y nada que ver con la sopa, pues se llama ‘trifle’, del francés antiguo ‘trufle’, es por medio de un libro de Hannah Glasse ‘The Art of Cookery Made Plain and Easy’, en 1747, una escritora inglesa que para ganarse el pan incursionó en la cocina con una primera tanda de trescientas y algo de recetas copiadas de otros libros, pero con sello muy personal, alegres y amenas.
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