domingo, 13 de enero de 2019

El Mesón, vayan con hambre.

Un par de días de visita en La Palma, puede que a muchos de ustedes les dé tiempo de dar la vuelta a la isla y parar en mil sitios, yo apenas logré llegar a casa de mi mama y mucho menos tiempo tuve para pasear, me han hablado maravillas del Carpe Diem en Tazacorte, de El Canal en San Andrés y Sauces y de uno que el GPS les llevará solo con nombrarlo, El Carmen de David Pérez,  todos les deberé la visita pero si les digo que quienes me recomiendan estos locales saben y mucho de este asuntillo del buen comer.
Me vino un recuerdo a mi cabeza y decía codillo y nada para allá nos fuimos,  al Mesón sin demora. Estaba hasta la bandera y colas por fuera, nuestra suerte es que mi viejita había reservado. Hace un par de años que no estaba, por lo tanto les contaré esta nueva experiencia.
http://cocina-con-alex.blogspot.com/2017/03/un-dia-en-el-meson-brena-alta.html?m=1 aquí les dejo el enlace de esa última vez.
En Tenerife a este tipo de locales lo catalogarian de guachinche, yo les diré que se trata de un local donde se puede comer platos del recetario canario y en mi caso por un buen codillo.
Nos sentamos a la mesa, el característico mantel de papel, arrancamos la comanda.
Unos chicharrones, pasados por gofio como no podía ser de otra forma, crugientes y blandos en boca, todo el mundo debe pedir esto, un clásico, detrás de este nos fuimos a otro que está en cualquier carta de este tipo de casa de comidas, queso asado con mojos, esta vez no se cual estaba mejor, si el rojo o el verde, el queso bien asado y a su temperatura.
Al ser tantos cada uno de nosotros pidió platos en concreto, les diré que el servicio fue rápido, correcto y muy amable, aún como ya dije estando con el cartel de lleno.
Una parrilla de verduras, lo interesante de este plato es que estaba en ese punto de dente que tanto fascina, para nada pasado.
Unas migas de bacalao sobre boniato, el comensal prefirió sólo con mojo verde, pero se oferta con ambos, brutal, para que decir más.
Carne de cabra, tierna, se soltaba a golpe de tenedor, punto exacto de picor y muy sabrosa. Dieron a elegir si acompañar con papas fritas, arrugadas o boniato.
Bacalao vapor con batata y mojo, logrado, parece una cosa muy simple, pero no lo es, el bacalao en su punto, ese en el que empujas para que salga la escama.
Bichillo de cerdo con cebolla, un clásico en el cual se puede pedir con filete de hígado.
Codillo, de verdad, no pidan ni guarnición, en aspecto, entero compacto, pero es tocar con el cuchillo y se dehilacha, creo que la mantequilla ofrece más recistencia, superó lo esperado.
En postres, evidentemente había que comandar el bienmesabe y el príncipe Alberto, otra elección fue el postre de galletas, que es un postre que lleva muchos pero que muchos años incrustado en nuestro recetario, capas de galletas humedecida y una especie de mousse de café, alternando capas, y espolvoreando con almendra en grano.
Podría pasarme un rato describiendo platos, algo que va en el gusto del comensal y a mí eso de la palabra crítica no me va, les hablo de lo que uno siente al sentarse en una mesa.
En esta ocasión si quiero destacar que con el lleno que había es fácil que hubiera caos tanto en los fogones como en sala y no los apreciamos, para lo puesto en la mesa, el momento final que es el de abonar la comanda puedo decirles que muy por debajo para la calidad dada.
Eso si, vayan con hambre y tiempo, las raciones invitan a pedir ayuda a la hora de comer.
Uno de los comensales dijo, como en cualquier local de esos de dar de comer al hambriento alguno pues se quejará, decidimos buscar opiniones en diferentes páginas de este Internet que es el pan nuestro de cada día, una decía que raciones escasas, les juro que hubo platos que entre dos casi no podemos, otros que el precio, pues en nuestro caso y pedimos, no paso de 11€ el cubierto, incluyendo el café, por ello decidimos contar lo vivido, reservamos, fuimos, comimos, pagamos y a otra cosa mariposa, les contamos esto aquí y lo más importante, podemos decir que tratan a todo el mundo por igual, porque en ningún momento nos relacionaron siquiera con el oficio. Si van a La Palma ya les nombré varios muy buenos al principio, pero no dejen de pasar por El Mesón.

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