sábado, 14 de julio de 2018

Cada oveja con su rebaño.

Cuando una lectura aburre desde el prólogo es mal asunto, eso es lo que me pasa a mí cuando leo lo que muchos "pluma fácil" escriben sobre este oficio nuestro, bien en modo lo que llaman crítica, bien escribiendo sobre compis del gremio, etc...
Unos pseudo periodistas que tienen el valor y hasta la necesidad de aporrear el teclado dando una opinión, que cuadra más con "mi palabra es la ley" que un "personalmente no me gustó" o "personalmente me gustó", unos escritores de gatillo fácil, que ni siquiera han hecho un curso rápido de cocina y osan poner perlas como "este plato Le faltó...", son tan artistas que hasta piensan por el cocinero, eso algunos de los que no van previo impuesto revolucionario, es decir, si pagas te hago una crítica de la hostia, curioso ¿no?, si pagas pasas a ser un cocinero de la leche, ya escriben de ti cosas que cuando el lector las interpreta hasta babea y cuando en cocinero en cuestión la lee se pregunta si es sobre su cocina de la que escribe, en fin, es la vida moderna y el apuntarse a caballo ganador. A un servidor le preocupa en estas cosas sólo una cosa, el cliente que va guiado por esa pluma al local bienaventurado o evitan el local no tan afortunado.
Luego va como un dice un "señor" de ese elenco de personajes, debes tener un padrino o similar.
Por lo tanto a los compis les digo que se vuelvan unos rebeldes y cocinen como entienden, pensando en los clientes y a los... ¡No se donde catalogarlos!, críticos gastronómicos sin estudios o ¿sin valores?, inclinen la rodilla pidiendo disculpas a la diosa de los fogones.
Igual lo más fácil para todos es decir algo así... " Asistimos al restaurante X y pedimos A, B, C, en la carta hay muchos más platos C, D y E, a veces hasta F y G, quizás debimos pedir otras cosas pero nos inclinamos por otras, podemos recomendar o no recomendar por Z motivos, lo peor que puede pasar es que recurran al alfabeto chino, pero irán de frente, nunca engañando a un cliente y mucho menos faltando al honor de un tipo que se tira la hostia de horas aguantando unas altas temperaturas y algunos hasta estrés, ambas cosas perjudiciales.
Y para terminar, lo haré como empecé, que no nos aburran con esas historias para no dormir.
¡Feliz verano!.

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