martes, 26 de junio de 2018

Bienvenidos a Canarias, una crónica anunciada.

No es fácil ganarse un lugar en el cielo, a veces llegadas estas fechas la peña ejecuta lo conocido como "operación bikini", no se que piensan ¡ que pedazo tortura!, se imaginan pasar por esos chiringuitos playeros oír " Unas jarras y dos de calamares", por dios, sufrió menos Indiana Jones buscando el arca perdida.
Estando en Canarias, sol garantizado y rodeados de mar, con  mil personas en la playa también es mala suerte solo nos miren a nosotros, por lo tanto lo mejor es un par de chapuzones y apuntarnos sin miramientos a esa ronda de birras y esos calamares bien frititos.
No importa la isla que visiten, lo importante es el buen tiempo, los chiringuitos de playa o los locales de montaña, en todos seguro pecarán sin pensar en un mañana o si van a tener el perdón eterno que tanto predica el cura en la misa del domingo, por ello mi inicio, no es fácil ganarse un sitio en el cielo.
Esto queridos pecadores es una crónica hecha a todos esos locales que nos incitan al pecado capital utilizando palabras bíblicas,  " dar de beber al sediento y de comer al hambriento", quien podrá resistirse a esas pizarras bien alineadas en estas fechas donde leemos,  pulpo a la vinagreta, ensaladilla rusa, calamares a la romana, camarones, lapas, morenas... Cañas a euro...,  ¡los pillé!, se les ha hecho la boca agua, ya están preparando la toalla y van pensando más en las cañas y lo morados que se van a poner en ese local que más les gusta, como ven seguramente he perdido mi lugar en el cielo por incitador, pero a ustedes acaba de dejar de preocuparles la operación bikini y el perdón que predican los domingos a las nueve.
Solo decirles queridos amigos "Bienvenidos a Canarias", aquí no sólo hay una hora menos sino que hasta el cura de la parroquia les da la bendición para que pequen gastronomicamente hablando y les aseguro que hasta nuestra vecina del quinto ha dejado la operación bikini.
¡Que suerte vivir aquí!,  que más da mar que montaña, seguro en estas islas encontrarán un local donde meterse que les den buen comer y buen beber, que ya es motivo de defensa biblia en mano el día del juicio final, esto señores es una crónica de lo que les espera en Canarias. Alabada se la cerveza y bienaventurados sean los calamares, pueden ir en paz.

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