domingo, 25 de febrero de 2018

UN CAMARERO, LA IMAGEN DEL LOCAL.



Por motivos de seguridad y para evitar interferencias con otros sistemas de lectura, los dispositivos electrónicos portátiles y suplementos dominicales de otras compañías no podrán utilizarse durante las fases de despegue y aterrizaje. Vayan al campo de vez en cuando y desconecten de la ciudad. De nada.La cosa no ha hecho más que empezar, ¡atentos!

Nada hay más emocionante que reencontrarse con un colega de trinchera que te enseñó a volar, meneando cazos de cobre y liándola parda en primera línea de fuego, entablamos una conversación sobre los camareros y, no lo duden, son los tipos más afortunados del mundo, atendiendo al personal: sonrisa franca, amabilidad, eficacia, saber estar,que como sabrán, se tiene o no se tiene y no se aprende ni en el Le Cordon Bleu, eso los de verdad,los que aman y entienden este maldito oficio,sin embargo ahí sigue incansable al desaliento, ¡qué perros!,de eso vamos a debatir hoy, la sala.“A este restaurante no volvemos más”. Esta frase, la pesadilla de cualquier negocio de hostelería, es en un 90% de los casos producto de un mal servicio. De nada sirve si te esmeras en ofrecer la más exquisita gastronomía elaborada con los ingredientes de la mayor calidad, si en el momento de ser ofrecida al cliente algo falla.

Todo lo que refiere a la gastronomía gira en base a la figura del que lleva filipina y se ata el mandil por delante, pero nadie habla del tipo que muchas veces importa en este mundillo, el camarero, independientemente del rango y conocimiento, son los que transmiten antes que nadie que tipo de local nos vamos a encontrar, este amigo del que les decía antes es un auténtico genio, un crack del oficio capaz de llenar locales por si solo, por desgracia de ese apartado se escribe poco, por ello mi frase del principio y por ello, aquí si les dedicaremos unas lineas.
El camarero ha de ser consciente de que las ventas en el bar o restaurante están directamente relacionadas con su actitud ante el cliente, saber manejar bien el estrés, conocer el menú, ser muy observador...
Un camarero como les decía antes es el que recibe al cliente, es la imagen de la empresa y el defensor de la cocina ( aunque no lo crean, esto es un curro en equipo), si lo analizan bien, les toma nota de todo lo que piden hasta los "caprichitos" de muchos clientes, que a veces son... bueno sobre esto ya escribiremos en otra ocasión, esta figura en la sala es el que siempre está con una sonrisa, hasta en los días malos, siempre esta presto y dispuesto a complacer al que importa, el cliente, un servicio que no puede ser más amable, simpático y diligente, ¡así da gusto oigan!. A veces algunos se exceden, parece que nos hacen un favor por ponernos un café, a esos hay que reciclarlos y no vamos a darles importancia, pero si al verdadero profesional del oficio, debe de saber de vinos (años, D.O., tipo de uva...), de café, de alérgenos, saber un idioma como mínimo, las recetas para poder informar, de protocolo, de bebidas... casi que un master en tres carreras distintas, este tipo de profesionales "tan valorados" en este país por el cliente, se tira turnos de más de diez horas, aguanta estoicamente esas jornadas, dando la cara en ambas direcciones, dando mimo al comensal, informándoles de todo lo que acontece en el restaurante y nosotros no somos capaces de valorar que poco más tiene un Honoris causa en psicología, idiomas y en algunos casos psiquiatría,¡con un par!. No es oro todo lo que reluce y ese tipo de profesional está en vías de extinción,fuera como fuese, a buen seguro se irán con una sonrisa de bobalicones fuera de serie si el servicio es la leche.
Todo sigue viento en popa, señoras y señores, queda metralla para rato, ¡alabado sea el señor!

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